En Terapia Ocupacional se evalúa la capacidad de la persona para desempeñar con éxito las actividades de la vida cotidiana y se interviene cuando dicha capacidad está en riesgo o dañada por cualquier causa. El terapeuta ocupacional utiliza la actividad y el entorno para ayudar a la persona a conseguir el máximo nivel de autonomía posible.

 

TERAPIA OCUPACIONAL INFANTIL:

 

Promueve el desarrollo normal del niño, reduce efectos de déficit, acompaña y/o asesora a la familia. El desarrollo ocupacional del niño tiene en cuenta los aspectos biopsicosociales del mismo (factores sensoriomotores, perceptivos, cognitivos, emocionales y sociales que se ponen en marcha cuando el niño realiza una actividad u ocupación significativa).


Fomenta la autonomía del niño/a en el desempeño de las actividades de la vida diaria, dificultades en el vestido, comida, higiene personal y baño, uso del wc, sueño y descanso, escuela y ocio.


Aborda los problemas de procesamiento sensorial. A través del enfoque de la Integración sensorial se reducen los efectos negativos que producen las hiper o hipo sensibilidades auditivas, táctiles, visuales, las dispraxias, déficits en la modulación del sentido vestibular y propiceptivo.


Se mejora los componentes de ejecución que intervienen en distintas actividades: el agarre, la manipulación, la coordinación, la integración bilateral, entre otros, modificando el contexto de ejecución y/o los patrones de movimiento.


Interviene en el entorno del niño. Elimina las barreras, introduce compensaciones y adaptaciones. Se valora, asesora y entrena en productos de apoyo para la adaptación del domicilio y del entorno escolar: adaptaciones de juguetes, materiales escolares, cubiertos, y otros materiales. Selecciona el equipamiento postural más adecuado para evitar deformidades y favorecer el proceso de rehabilitación: sistemas de posicionamiento y sedestación. Prescripción, elaboración y entrenamiento en órtesis y prótesis.


 

           

 

TERAPIA OCUPACIONAL EN ADULTOS:

 

Entrena a la persona para realizar las actividades de la vida diaria básicas (comida, aseo, vestido, transferencias, deambulación, uso del wc, sueño y descanso) e instrumentales (ocio, uso de transportes, manejo del dinero, tareas del hogar) de la forma más autónoma posible.
Evalúa e interviene en los componentes de la función que puedan estar limitados y afecten a las actividades de la vida diaria con el objetivo de restaurar la función, ,mantenerla, compensarla, adaptarla o habilitarla.
Evalúa y diseña adaptaciones en el hogar/ lugar de trabajo para que la persona se desenvuelva en su entorno de la forma más óptima. Asesora y entrena en el uso de productos de apoyo.
Entrena a la familia para el correcto manejo de la persona.

 

            CAMPO DE INTERVENCIÓN:

 

Niños/as con trastornos del neurodesarrollo (Enfermedades genéticas, TEA, TDAH, trastornos del aprendizaje, ...)

 

Disfunciones del Procesamiento Sensorial

 

Parálisis Cerebral Infantil y del adulto

 

Adultos con Daño Cerebral Adquirido (Ictus, Hemiplejia, ACV, Parkinson, Esclerosis Múltiple, ...)

 

Enfermedades degenerativas (Demencias, enfermedades neuromusculares, ...)

 

Salud Mental


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